Diseñar es planear y esto nos ayuda a que la improvisación sea más efectiva.
La primera vez que no supe qué hacer para iluminar una imagen me sentí aterrado. Había adquirido un equipo de iluminación de flash y no tenía idea de cómo usarlos. Los grupos de Facebook aún no existían, yo no tenía mucho dinero para pagar un curso de iluminación (todos mis ahorros se habían ido en la inversión del equipo) y tampoco había la cantidad de tutoriales que hoy día tenemos en youtube. Decidí «improvisar» e irme a la segura con la luz que yo ya conocía: la luz ambiente. Las fotos salieron bien pero la sensación de frustración no me la pude quitar hasta que un buen amigo me invitó como su asistente y pude aprender mejor el uso de mi equipo. Sin embargo yo quería saber cómo y por qué los fotógrafos tomaban tal o cual decisión para colocar sus luces, no me conformaba con saber que existían esquemas y técnicas standard, quería saber las razones estéticas o artísticas que los llevaban a tomar sus decisiones. Pregunté a varios colegas y uno de ellos me dijo que dejara de angustiarme, que comenzara a experimentar con el equipo que tenía y observara mis propios resultados. Comencé a hacerlo y subir mis fotos a los foros de internet para ver si lo que yo había planeado hacer era coherente con la percepción de los demás. Al principio no me fue muy bien, pero poco a poco fui reconociendo mi propio estilo, o sea mis propios diseños.
HAY QUE TENER UN PLAN
Improvisar siempre es emocionante pero hacerlo sin un plan suena más a ocurrencia que a improvisación. En algunas disciplinas artísticas como el teatro, sobre todo la comedia, y en la música, como el jazz, hasta la improvisación se ensaya. Hacer pruebas, experimentar, antes de llegar al set o locación el día de llamado ayuda a llegar más seguros de lo que queremos, ahorra tiempo y entonces si, las decisiones improvisadas que se tomen por situaciones inesperadas nos harán sentir más confiados en nuestro trabajo.
LAS EMOCIONES
Las emociones son parte del diseño de iluminación. Esto lo aprendí del cine. En una película de terror, por ejemplo, es común ver un diseño de iluminación claroscuro, que hace uso del esquema Low Key, y regularmente con una temperatura fría. Esto es por que tenemos miedo a lo desconocido y aquello que no conocemos está en la oscuridad, en penumbras y la temperatura fría de la luz nos da la sensación de lejanía. Entonces tal vez quiero expresar temor, depresión, soledad, misterio, etc. Puedes probar con una sola fuente de luz, observar cómo aporta una luz dura o suavizada por un filtro blanco, direccionarla de forma lateral o a 3/4 del sujeto, colocarla en picado o contrapicado y así detectar cuál comunica mejor lo que quieres expresar. O tal vez quiero expresar emociones como alegría, afecto, confort, esperanza y un esquema High Key o incluso luz natural, acompañado de una temperatura cálida, puede ser idóneo para tal propósito.
¿QUÉ QUIERO COMUNICAR?
Es importante ser conscientes de que todo comunica, aunque en ocasiones primero expresemos algo y después nos damos cuenta de que estamos comunicando cierto mensaje. Me pasaba mucho cuando comenzaba a hacer fotos. La efervescencia, adrenalina, el impulso por crear eran mucho más grandes que mis deseos por comunicar y creo que así debe ser durante un tiempo, provoca que seamos pro-activos, que experimentemos y nos motiva a seguir aprendiendo. Sin embargo, saber qué queremos decir, qué mensaje queremos expresar ayuda mucho a diseñar qué técnicas o esquemas de iluminación ayudarán a lograrlo.
EXPERIMENTA CON LIMITANTES
Experimentar te permitirá observar los efectos que logres con las ideas que te propones. Durante mucho tiempo me limité a experimentar todas las posibilidades expresivas que tenía una sola fuente de luz. Ésta puede prevenir de muchos lugares: de un foco de tungsteno que tengas en la lámpara que usas para leer antes de dormir, de un celular, de una lámpara de mano, de una vela, del foco que conectes a un cable, de una sola lámpara de flash, del sol, de la luna, de los faros de un coche, una lámpara de balastra, de una espejo, de una ventana… las posibilidades son muchas. El diseño de una iluminación implica conocer todo tipo de fuentes de luz y sus capacidades expresivas. Después puedes combinar distintas fuentes de luz, combinar natural con artificial, distintas intensidades, temperaturas, cualidades, direcciones. Al contrario de lo que pensamos, las limitantes pueden ser nuestras mejores aliadas al momento de ponernos creativos.
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